El ministro del Poder Popular de Petróleo y presidente de Petróleos de Venezuela, Pedro Rafael Tellechea Ruiz, ha hecho un seguimiento casi religioso de las metas de producción que fueron trazadas por instrucción del presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro, apenas fue elegida la junta directiva que actualmente lleva las riendas de la empresa más importante de Venezuela.
En compañía de Luis Molina, vicepresidente de Exploración y Producción, Tellechea ha participado en reuniones periódicas con los presidentes y encargados de las casi 50 empresas mixtas que forman parte de la corporación, con el fin de supervisar de primera mano que se estén cumpliendo los plazos que forman parte de la planificación acordada a principios de 2023.
La junta directiva actual de PDVSA, designada el 28 de agosto de este año mediante el Decreto Presidencial Nº. 4.846, está conformada por: Pedro Rafael Tellechea Ruiz, presidente de la junta directiva y presidente; Héctor Andrés Obregón Pérez, vicepresidente Ejecutivo; Luis Enrique Molina Duque; vicepresidente de Exploración y Producción; Heifred Joselin Segovia Marrero, vicepresidente de Finanzas; Gustavo Adolfo Boadas Díaz, vicepresidente de Refinación; Luis Miguel González Núñez, vicepresidente de Gas; Ronny Rafael Romero Rodríguez y vicepresidente de Asuntos Internacionales; Génesis Sabrina Ron Solano, vicepresidente de Comercio y Suministro Internacional; Juan Carlos Díaz Socorro, vicepresidente de Comercio y Suministro Nacional y Leily Beatriz Ferrer Abendaño, vicepresidente de Planificación e Ingeniería.
Dicha planificación estipulaba que para finales de este año la producción rompería el techo del millón de barriles diarios y para la fecha la cifra ronda los 900.000 barriles por día. Tan es así que el pasado julio, Tellechea reportó un aumento del 20% en las exportaciones de crudo y declaró ante los medios, que el cumplimiento de los procesos previos, a saber la exploración y la producción, habían sido fundamentales a la hora de registrar dicho incremento. Estas cifras cobran más fuerza si tomamos en cuenta que las cuotas de producción al momento de asumir la directiva actual, apenas si pasaban los 600.000 barriles por día.
En varios encuentros ante periodistas de medios especializados, Luis Molina ha expresado que el cumplimiento de las metas que se habían puesto en PDVSA, dependía de la colaboración estrecha con los trabajadores de la industria. Esa política de oficinas a puertas abiertas que pregona Molina, parece haber dado sus frutos en un lapso relativamente corto, ya que han quedado de lado las muestras de descontento de la clase trabajadora que hace vida en la petrolera.
Algunos expertos coinciden en destacar tres puntos fundamentales que ayudan a explicar el incremento en la producción. Resaltan el hecho de que los trabajos y la cooperación con las empresas mixtas no se hayan visto interrumpidos por el proceso de auditorías, también resaltan el papel de la planta mejoradora de crudo Petrocedeño, ubicada en el estado Anzoátegui del oriente venezolano y por último hacen una ponderación de los términos de cordialidad y claridad que han caracterizado la relación de PDVSA con la empresa Chevron.
Todos estos puntos están recogidos en el Plan de Recuperación Integral Productiva (PRIP) PDVSA año 2023, que fue presentado al país por Tellechea en compañía del mismo Luis Molina. En esa presentación el ministro se refirió a dicho plan como “una guía para recuperar la producción petrolera” y también lo definió como el resultado de un “estudio integral”. Asimismo, se dieron instrucciones para que los puntos de ese plan fueran difundidos y discutidos en todas las áreas de la empresa, con el fin de que sus componentes estuviesen en sintonía y apuntaran a la recuperación de la confiabilidad operacional.
Algunos informes a los que pudimos acceder, dan fe de la cercanía de Molina en la supervisión de las operaciones, sobre todo en la División Boyacá, que cuenta con cuatro tanques con capacidad de almacenamiento de 600 mil barriles de petróleo, proveniente de los Distritos Barinas y Apure, desde donde se realiza el bombeo de crudo por 342 km de tubería que posee el oleoducto que va desde el estado Barinas hasta la Refinería El Palito, ubicada en el estado Carabobo.
Otro de los puntales de la gestión de Pedro Tellechea, tiene que ver con los recientes anuncios hechos en relación a la firma de un acuerdo con las empresas europeas ENI y Repsol, que permite la exportación de líquidos de gas natural. Voces autorizadas dijeron que las negociaciones llegaron a buen puerto luego de numerosos encuentros que se sostuvieron a los largo de varios años.
Las cifras de la explotación gasífera son francamente esperanzadoras, ya que informes oficiales emanados por PDVSA reportan que nada más en el caso del Proyecto Cardón IV, el aumento de la producción a más de 500 millones de pies cúbicos de gas natural por día, representa un 31% más que lo reportado en el año 2019.
Este panorama rememora el discurso que dio Pedro Tellechea el día que el Gobierno de Venezuela aprobó la designación de la nueva junta directiva de la petrolera , en el que habló de que la empresa estaba en una etapa de “transformación y recuperación”. Está a las claras que pese a las sanciones impuestas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), en contra de la estatal venezolana, el carácter técnico/profesional de sus gerentes, así como la voluntad de cumplir a rajatabla la hoja de ruta trazada al principio de la gestión, le han cambiado la cara a una empresa, que hace poco parecía condenada.